Las 7 lámparas de la arquitectura moderna.
Introducción:
John Ruskin fue escritor crítico de arte y sociólogo inglés.
Escribió obras sobre arte, estética,
asuntos económicos, sociales y éticos; de los cuales la aportación más importante para
la arquitectura
fue
su libro Las siete
lámparas de la Arquitectura publicado en 1849.
Este libro fue dedicado a iglesias y catedrales de carácter gótico especialmente en
Francia e Italia.
Está dividido en 7 lámparas: sacrificio, verdad, poder,
belleza, vida, memoria y
obediencia, las cuales no son de carácter técnico sino moral.
Cabe mencionar que
su intención era
mostrar la arquitectura
mediante su experiencia.
Para
Ruskin la arquitectura no sólo era la técnica de construcción, también es arte. “Es el arte que dispone y adorna a las edificaciones levantadas por el humano para
el empleo que sea, de tal
modo que la visión de ellos contribuya a su salud mental,
poder y placer.”
Ruskin llamó “lámparas de la arquitectura” a las leyes que todo artista debe obedecer mientras
está en el proceso de creación.
Es así como a través
de
las 7 lámparas iluminarían toda obra
de
arte.
1) La lámpara del sacrificio:
Dice que importa más
iluminar el esfuerzo que se empleó en la construcción
de
los elaborados ornamentos que en el resultado final de dicha arquitectura.
2) La lámpara de la verdad:
Ilumina dos
tipos de “engaños”.
a) De tipo estructural: se le llama engaño porque la estructura construida no
cumple su función como tal.
De estructura: Por ejemplo, cuando se pinta una superficie para representar un material
que no es el real.
Puede ser un tapiz que simula ser de madera.
3) La lámpara de poder:
Ruskin dice que existen dos tipos de edificios que impresionan.
Los delicados: aquellos a los que les guardamos un cierto cariño y se les
recuerda por la suavidad de sus líneas.
Los imponentes o de poder: porque son de gran escala y cuando
estamos
frente a ellos nos hacen sentir pequeños. A éstos les guardamos respeto por
ser imponentes.
Por ejemplo, somos pequeños
ante las
pirámides de Egipto.
4) La lámpara de
la belleza:
Es la que proporciona abstracción y proporción.
Ruskin decía que la belleza existe en la naturaleza y es deber del
hombre utilizarla para la arquitectura y la creación de edificios y diversas
construcciones.
5) La lámpara de la vida:
La obra arquitectónica representa un todo, no sólo
debe tratarse de la ornamentación o algunos
cuantos detalles.
6) La lámpara de la memoria:
“La arquitectura es el
medio ideal para transmitir la cultura un pueblo, por lo
que
es la más poderosa de todas las artes”.
Sin duda es la lámpara que me ha gustado porque siento que a través de la arquitectura se expone a todo el
mundo parte del legado de un país, está a vista de cualquiera.
El arte podrá formar parte de la cultura pero para acceder a ello se debe visitar en un museo y a veces a uno se le obliga a hacerlo para poder conocer.
En cambio, algún monumento a veces
se le conoce por accidente, simplemente porque te has cruzado con él en el
camino; y
cuando te das cuenta, tienes frente a tus ojos un
fragmento que forma parte de la historia de una cultura.
7) La lámpara de la obediencia:
Para Ruskin la obediencia es un valor que nos permite llegar
a cumplir con
un
propósito.
La obediencia aplicada a la
arquitectura es
recordar que un edificio creado en primera instancia puede ser
modificado siempre y cuando se siga
respetando la obra.
Considero que cada una
de las lámparas tiene
una relevancia importante en la
forma en la que se debe expresar la arquitectura
que vamos a crear.
La arquitectura forma parte de las artes como una de las más completas puesto que
no
sólo se trata de admiración como
ocurriría con la pintura, por ejemplo. Sino que la arquitectura además de estar compuesta por la apariencia, también es funcional.
Creo que la belleza en la arquitectura es importante porque es
el reflejo de los
tiempos que caracterizan diferentes
épocas de nuestra sociedad, pero considero
que es de mayor relevancia que sea un especio que sea funciona a favor de la
humanidad.
Referencias:
Ruskin J. (2012). Las siete lámparas de la arquitectura. México: Editorial Coyoacán
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